Abierto el trámite de audiencia e información pública del proyecto de regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida al público infantil

La protección de la juventud y la infancia por parte de los poderes públicos goza de un estatuto reforzado en la Constitución española. El apartado cuarto del artículo 20 considera esta protección como un límite a las libertades constitucionales de expresión, información y comunicación; libertades que son, a su vez, el fundamento constitucional de la normativa sobre publicidad. De acuerdo con ello, el artículo 5 de la LO 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor, en su apartado cuarto, dispone que “para garantizar que la publicidad o mensajes dirigidos a menores o emitidos en la programación dirigida a estos no les perjudique moral o físicamente, podrá ser regulada por normas especiales”.

De igual modo, el derecho a la protección de la salud, recogido en el apartado primero del artículo 43 de la Constitución Española, adquiere mayor intensidad cuando afecta a personas o colectivos vulnerables, como lo son la infancia y la juventud. Los poderes públicos están obligados a llevar a cabo políticas activas de protección de la salud, entre las que se encuentran las dirigidas a reducir la obesidad y el sobrepeso infantil, actuando sobre todos los elementos y factores que, como la publicidad, conforman el entorno obesogénico.

Durante las últimas décadas, se ha producido un aumento de las cifras de sobrepeso y obesidad a nivel mundial, tanto en países de ingresos altos como medianos y bajos, considerándose la obesidad como la epidemia del siglo XXI según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En España cuatro de cada diez escolares entre 6 y 9 años padecen exceso de peso. En cuanto al género, el sobrepeso es más prevalente en niñas, mientras que la obesidad lo es en niños. Es una cifra que compromete seriamente la salud pública, en general, y los derechos de los menores y su desarrollo individual, en particular. Estos datos, corroborados por la OMS, sitúan a España entre los países de la Unión Europea con mayor prevalencia de obesidad infantil. Una situación que puede agravarse a consecuencia de la pandemia de la Covid-19. En todo caso, la situación epidemiológica en España de obesidad y sobrepeso en la población infantil refleja un grave problema de salud pública y de menoscabo de derechos que requiere la acción de los poderes públicos.

Además, el estudio Aladino de 2019 muestra que la obesidad y el sobrepeso afecta especialmente a sectores vulnerables de la población. En el caso de niñas y niños de familias con ingresos bajos, la obesidad es el doble, 23,2%, que la de niñas y niños que viven en familias con ingresos altos, 11,9%. Asimismo, el estudio “Obesidad y pobreza infantil. Radiografía de una doble desigualdad”, elaborado por la AESAN y el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil del Gobierno de España a partir de los datos del estudio Aladino 2019, muestra que la obesidad infantil es más frecuente en los colegios situados en distritos con mayor pobreza infantil, siendo el peso normal más frecuente a medida que disminuye la pobreza del barrio.

Tras la entrada en vigor de la Ley 17/2011 de seguridad alimentaria y nutrición, el 26 de diciembre de 2012 se firmó la versión actual del Código de corregulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a menores, prevención de la obesidad y salud (Código PAOS) por el entonces Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, AESAN, FIAB y Autocontrol, así como por el sector de la distribución, la hostelería y la restauración. La versión revisada del código PAOS regula la publicidad de alimentos dirigida a menores de 12 años en los formatos tradicionales de publicidad, tales como televisión, radio, prensa o publicidad exterior, o a menores de 15 años cuando la publicidad se emite vía Internet. El Código incide sobre todo en la forma de emisión de la publicidad, estableciendo reglas que eviten una presión publicitaria indebida sobre los menores, como no inducirles a error sobre las características del producto, no explotar su ingenuidad, no incitarles de forma indebida a la compra ejerciendo presión sobre sus padres o no utilizar a personajes famosos en los anuncios.

La Encuesta Nacional de Alimentación en la población Infantil y Adolescente (estudios Enalia 1 y 2), realizada por la AESAN entre 2012 y 2015, pone de manifiesto que la calidad de la dieta de la población española tiene un importante margen de mejora. En general, es una alimentación poco equilibrada, con bajo consumo de frutas, hortalizas y de fibra, así como con un consumo elevado de alimentos procesados de elevada densidad energética, con un alto contenido en azúcares, sal y grasas saturadas. Se trata de un patrón alimentario cada vez más alejado de la tradicional dieta mediterránea. Las estrategias para cambiar este patrón deben ir dirigidas especialmente a grupos como la infancia o la juventud, cuya dieta en esta edad puede determinar su salud y desarrollo en su edad adulta.

La OMS advierte que un número importante de muertes por enfermedades crónicas no transmisibles-y, por tanto, del gasto sanitario- podría evitarse mediante la implantación de políticas públicas eficaces que faciliten la adopción de modos de vida más saludables. De ahí la necesidad de reforzar las medidas efectivas y sostenibles de intervención y prevención de la obesidad y el sobrepeso en edad infantil.

Desde la AESAN animamos a que todas las personas interesadas remitan sus aportaciones a este proyecto del Ministerio de Consumo hasta el 29 de marzo mediante el envío de un email al buzón consultapublica@consumo.gob.es

Más información en este enlace.

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