La transformación de alimentos en la industria alimentaria requiere del uso de una serie de sustancias que tienen una función tecnológica, sin cuya utilización no sería posible la comercialización de muchos de los alimentos que hoy en día están disponibles en el mercado.

Algunas de estas sustancias se incorporan intencionadamente a los alimentos, formando parte de los mismos, por lo que son ingredientes de los mismos, como los aditivos, los aromas y algunos enzimas.

Otras, como los coadyuvantes tecnológicos, se emplean durante el proceso de producción, pero su presencia en el alimento es involuntaria, técnicamente inevitable y como un residuo de la propia sustancia o de sus derivados, sin ejercer un efecto tecnológico en el producto final, por lo que no son ingredientes del mismo. Constituyen una ayuda a la producción del alimento.

En el aspecto normativo, existen distintas legislaciones que los regulan. A nivel de la Unión Europea, el paquete de reglamentos de “agentes de mejora de los alimentos” regula el uso de los aditivos, aromas y enzimas alimentarios. Otros coadyuvantes tecnológicos regulados a nivel de la Unión Europea son los disolventes de extracción. El resto de coadyuvantes tecnológicos se encuentran legislados a nivel nacional, aunque solo en aquellos alimentos que tienen legislación propia.

Tríptico informativo sobre ingredientes tecnológicos de los alimentos

Más información:

• Aditivos alimentarios
• Aromas alimentarios
• Coadyuvantes tecnológicos
• Enzimas alimentarias
• Disolventes de extracción
• Procedimiento para la elaboración de solicitudes de autorización para aditivos, enzimas y aromas alimentarios