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Contaminación radioactiva

 

10/08/20

Todos los alimentos contienen radionucleidos de manera natural. Estos se transfieren del suelo a los cultivos y de estos a los animales. En el caso del agua la radioactividad presente de manera natural en los sedimentos se transfiere a los peces de los ríos, lagos y mares. Como se puede suponer, los niveles de estas sustancias naturales en los alimentos y en el agua potable por lo general son muy bajos y seguros para el consumo humano. No obstante, sus concentraciones pueden variar considerablemente en función de la geología local, el clima, las prácticas agrícolas y en casos más extremos, en situaciones de emergencia nuclear.

Contaminación radioactiva

 (F.Nassif /OIEA*)

Las unidades de radiactividad más comunes son el "Becquerel"(Bq) y el "sievert" (Sv). El Becquerel se centra en de dónde proviene la radiación y se utiliza para expresar la cantidad de sustancias radiactivos contenidos en el suelo, alimentos, agua potable, etc. Cuanto mayor sea el valor expresado en Bq, mayor será la radiación que emite el alimento, suelo, etc. El Sievert por el contrario es una unidad de dosis de exposición a la radiación que una persona recibe y se utiliza con respecto a lo que está expuesto a la radiación, es decir, el cuerpo humano. Cuanto mayor sea el valor en sieverts, mayores son los efectos de la radiación a la que está expuesto el cuerpo humano.

En nuestro caso, siempre que hablemos de alimentos contaminados lo haremos en Bq y en estas unidades se expresarán los límites (tolerancias) máximas que se establezcan en la legislación y se referirán a isótopos o grupos de isótopos radioactivos que son materiales o sustancias con propiedades radiológicas.

Los isótopos son átomos de un mismo elemento químico cuyo núcleo tiene una cantidad diferente de neutrones y por lo tanto distinta masa atómica. Se nombran con el nombre del elemento y un número que hace referencia a su masa atómica, por ejemplo: Cs-134, Cs-137 ambos isótopos del cesio.

Los isótopos cuentan con un periodo de semidesintegración que hace referencia al tiempo que tardan en transmutarse la mitad de los átomos radiactivos de una muestra o el tiempo que tiene que transcurrir para que el número de átomos radiactivos de una muestra determinada baje a la mitad de tal modo que 1 Bq equivale a 1 desintegración/ segundo.

Estos tiempos de semidesintegración dependen de cada isótopo y dan una idea de la pervivencia del mismo en el material contaminado, el Cs-134 tiene un periodo de semidesintegración de 2 años y el Cs-137 de 30 años.

MEDIDAS PARA EL CONTROL DE LA RADIACTIVIDAD EN LOS ALIMENTOS.

Cuando ocurre un accidente o situación de emergencia nuclear, se libera una gran cantidad de material radiactivo que en forma de nube radioactiva puede transportase a varios cientos de kilómetros del lugar del suceso y luego mediante la lluvia o la nieve o simplemente el viento contaminar los alimentos directamente como frutas o verduras o los piensos, los ríos, lagos y el suelo que luego pueden pasar a los alimentos (carne, hortalizas, cereales, etc…).  

Desde los años 80 existen en la Unión Europea mediante los Reglamentos Euratom se establecen las concentraciones máximas (tolerancias) de radioisótopos presentes en alimentos para asegurar un comercio seguro de estos para el consumidor tras una emergencia nuclear.

Las tolerancias máximas a los alimentos no deben ser superiores a lo establecido en la siguiente tabla:

Contaminación radioactiva

En la Unión Europea se han adoptado por dos veces medidas excepcionales de protección de la población respecto de la presencia de radioisótopos en los alimentos. La primera de ellas surgió como consecuencia del accidente ocurrido en la central nuclear de Chernóbil el 26 de abril de 1986 en el que se liberaron a la atmósfera cantidades considerables de materiales radiactivos, que contaminaron los alimentos y los piensos de varios países europeos a unos niveles significativos desde el punto de vista de la salud.

La segunda de las medidas se estableció a raíz del accidente sufrido en la central nuclear de Fukushima el 11 de marzo de 2011, dado los niveles de radionucleidos en algunos productos alimenticios originarios de Japón, como la leche y las espinacas, superaban los umbrales de intervención aplicables en Japón y viendo que esta contaminación podía constituir una amenaza para la salud pública en la Unión Europea, se adoptaron medidas urgentes para garantizar la seguridad de los piensos y alimentos, con inclusión del pescado y los productos de la pesca, originarios o procedentes de Japón.

Estas medidas de control de radioactividad se actualizan periódicamente conforme al resultado de los ensayos de presencia de radioisótopos realizados sobre los alimentos.

A nivel internacional para aquellos países que no tienen definidas estas tolerancias en sus legislaciones, el Codex Alimentarius dispone de estos valores en la Norma general para los contaminantes y las toxinas presentes en los alimentos y piensos (CXS 193-1995).

*OIEA: El Organismo Internacional de Energía Atómica es el principal foro mundial intergubernamental de cooperación científica y técnica en la esfera nuclear. Trabaja en favor de los usos pacíficos y tecnológica y físicamente seguros de la ciencia y la tecnología nucleares, contribuyendo así a la paz y la seguridad internacionales y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.