Nutrición/Reformulación de alimentos/Reducción de ácidos grasos trans (o grasas trans)

Reducción de ácidos grasos trans (o grasas trans)

 

Desde que hay  evidencia científica sólida de que los ácidos grasos trans (AGT) no tenían ninguna cualidad nutricional y se relacionó su consumo con enfermedades cardiovasculares se planteó en toda Europa la necesidad de reducir e incluso eliminar su presencia en los alimentos.

En España esta situación  es asumida por la  AECOSAN y  desde la Estrategia NAOS se fomenta esta reducción y la propia industria asume  la iniciativa de ir reduciendo estos AGT o cambiando su perfil de grasas en  numerosos productos.

La Ley 17/2011 de Seguridad Alimentaria y Nutrición en su artículo 43 establece que: En los procesos industriales en los que se puedan generar ácidos grasos «trans», los operadores responsables establecerán las condiciones adecuadas que permitan minimizar la formación de los mismos, cuando se destinen a la alimentación, bien de forma individual o formando parte de la composición de alimentos; exigirán a sus proveedores la información sobre el contenido de ácidos grasos «trans» de los alimentos o materias primas que les proporcionen y tendrán a disposición de la administración la información relativa al contenido de ácidos grasos «trans» en sus productos. Estos requisitos no se aplicarán a los productos de origen animal que contengan, de manera natural, ácidos grasos «trans».

EVALUACIÓN Y MONITORIZACIÓN:

Contenido de ácidos grasos trans en los alimentos en España. 2015

Durante el año 2015 se ha realizado un  estudio del contenido de ácidos grasos trans (AGT) en los alimentos en España. Se ha analizado el contenido de AGT, grasas totales y el porcentaje de AGT con respecto a la grasa total en 277 alimentos.

Con este estudio se ha querido evaluar si se han producido variaciones del contenido de ácidos grasos en los alimentos, comparando los datos obtenidos  en 2015 con los valores hallados en un  primer estudio realizado en el año 2010.

Resultados del estudio:

  • La mayoría de los grupos de alimentos analizados presentan un contenido y un porcentaje de AGT inferior al 2% respecto a la grasa total.1
  • En algunos grupos de alimentos hay disminución del contenido de AGT respecto a los encontrados en 2010.
  • No se han encontrado aumentos del contenido de AGT, estadísticamente significativos, en ninguno de los grupos de alimentos analizados.

Por tanto, en España, se puede considerar que desde un enfoque de salud pública el contenido de AGT no representa ningún problema serio, y los contenidos de AGT en los alimentos tiene una tendencia decreciente, y se prevé que los niveles sean cada vez más bajos, hasta su práctica desaparición.

1Nota: la OMS recomienda un consumo de AGT en los alimentos inferior al 1% del aporte energético alimentario diario. La ingesta de AGT por encima de este valor se relaciona con diversos factores de riesgo cardiovascular y contribuyen a aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca coronaria. Un incremento del 2% de AGT en el consumo diario de energía aumenta en 23%, el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Artículo en Gaceta Sanitaria:

Trans-fatty acid content of food products in Spain in 2015. Pérez-Farinós N, Dal Re Saavedra MÁ, Villar Villalba C, Robledo de Dios T. Gac Sanit. 2016 Sep-Oct;30(5):379-82.

Contenido de ácidos grasos trans en los alimentos en España. 2010

En el año 2014, la Estrategia NAOS de la AECOSAN presentó el estudio que analizaba el contenido de AGT en 450 productos analizados en 2010. Los resultados de dicho estudio revelaron que en España la gran mayoría de los grupos de alimentos tiene un porcentaje de AGT (con respecto a las grasas totales) inferior al 2 %, que es la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y  los pocos grupos de alimentos que  lo sobrepasaban corresponden a aquellos alimentos de origen animal s que pueden contener AGT de forma natural, como los productos lácteos.

Por tanto, en España, y a la espera de una nueva evaluación que se está realizando en el 2015, se puede considerar que desde un enfoque de salud pública el contenido de AGT no representa ningún problema serio, y los contenidos de AGT en los alimentos tiene una tendencia decreciente, y  se prevé que los niveles sean cada vez más bajos, hasta su práctica desaparición.