Para la ciudadanía /Recomendaciones alimentarias

Frutas y verduras siempre seguras

 

En el medio ambiente (suelo, polvo, agua de riego...) puede haber microorganismos patógenos y elementos químicos que en ocasiones pueden contaminar las frutas y verduras.

Por este motivo es muy importante una manipulación adecuada antes de su consumo.

En la compra 

  • Su superficie tiene que estar limpia, con el color propio del tipo de fruta de que se trate y la pulpa debe estar intacta.
  • Para su transporte a casa, pon las frutas y verduras separadas de carnes, pescados, mariscos y productos de limpieza.

En casa

  • En general conserva las frutas y verduras en la nevera. Dentro de ella, deben separarse del resto de los alimentos cocinados y crudos y almacenarse en la zona menos fría (cajones).
  • Hay frutas y verduras que, por su naturaleza y grado de maduración, se pueden conservar a temperatura ambiente, pero siempre por periodos cortos (como cebollas y cítricos en general).
  • Cuando compres frutas y verduras cortadas y/o peladas, o las prepares en casa, consérvalas en el frigorífico.
  • En frutas y verduras preparadas y envasadas (bolsas de ensaladas lavadas y listas para su consumo, productos congelados,…) sigue siempre las instrucciones de conservación y preparación antes de su consumo.

En la cocina

  • Manipula siempre las frutas y verduras separadas de otros alimentos, con especial cuidado cuando se vayan a consumir en crudo.
  • ¡Lávate las manos! antes y después de la preparación.
  • Todos los utensilios y superficies de cocina que vayas a utilizar deben estar limpios y secos.
  • Corta las partes dañadas (si hay presencia de hongos descarta la pieza entera).
  • Recuerda: las hierbas aromáticas frescas (perejil, albahaca…) y los brotes de semillas frescos, como por ejemplo brotes de soja, también deben lavarse.

¿Cómo se lavan las frutas y verduras?

  • Antes de consumirlas o prepararlas, asegúrate de lavar las frutas bajo el grifo, manteniendo la piel intacta. Este paso es crucial incluso si vas a pelarlas después, ya que así evitarás que cualquier contaminación superficial se transfiera al interior del alimento durante el corte o pelado.
  • Usa un cepillo específico para limpiar las superficies de cáscara dura de las frutas (melón, sandía…) y de algunas verduras (pepino, calabacín…).
  • Sécalas con papel de cocina o con un paño de cocina limpio y seco.
  • Si decides emplear productos químicos (p. ej. lejía), consulta la etiqueta para saber aquellos que se pueden utilizar y ten en cuenta las indicaciones para su uso correcto.